Las raíces comienzan con buen sabor: Parmigiano Reggiano DOP, Prosciutto di Parma DOP, tomate y pasta

La experiencia

La memoria es la protagonista de esta actividad. De hecho, para un residente de Emilia-Romaña, el sándwich de jamón de Parma o un trozo de pan con queso son el bocadillo que se transmite de generación en generación. Precisamente por eso, el camino hacia el redescubrimiento de las raíces quiere ser una experiencia sensorial que parta del olor, del sabor y finalmente de la vista. La elección de estos tres museos pretende ser un poco un viaje en el tiempo, donde los sabores son los de nuestros antepasados hechos de sencillez y tradición.

La historia se remonta a mucho tiempo atrás, desde la época romana. Los jamones curados en la zona de Parma eran buscados y apreciados en todo el imperio; a principios de la Edad Media, los monjes benedictinos desarrollaron el proceso de producción del queso Parmigiano-Reggiano.

Primera parada Langhirano , cuna del jamón: en el antiguo Foro Boario, un edificio de piedra y terracota, visitarás el Museo del Jamón y los embutidos, después de ver con tus propios ojos el nacimiento del mejor jamón del mundo. Después de la visita, ¡es hora de un refrigerio y una degustación! Comienza el primer pequeño taller entre historia y sabores: el pan caliente y fragante se convierte en la herramienta para crear pequeñas obras de arte, flanqueado por aquellos que saben de cocina para ayudarte a crear tu propio «sándwich de las raíces» para incluir en tus recuerdos de viaje.

Segunda parada, Soragna, la Via Emilia y el Po, cerca de la casa natal de Giuseppe Verdi, dentro de un edificio del siglo XIX descubrimos el museo parmesano. Al ser no solo una visita cultural sino también sensorial, participarás en un taller-cata que te permitirá utilizar 2 sentidos, el gusto y el olfato, para comprender la diferente estacionalidad del Parmigiano: con los ojos vendados harás 4 degustaciones de quesos para sumergirte en el sabor, pero sobre todo para devolver los sentidos a esas historias familiares que saben a leche caliente, de risas en la mesa, de dialecto. En una palabra, el hogar.

Todavía embriagado por recuerdos y sabores, harás tu última parada en el museo de la pasta, en Collecchio. Aquí encontrarás los orígenes de uno de los alimentos que representan a Italia en el mundo y, con los ojos iluminados por los muchos colores y formas, será fácil perderse entre espaguetis, penne, macarrones. Seguro que vuelves a encontrar espacio para captar el vínculo que la cocina y las raíces mantienen a lo largo del tiempo.

Después de redescubrir recetas antiguas y curiosidades, emprendemos el viaje de regreso con el corazón ligero, la mente libre y muchas experiencias que contar en casa, ¡porque esta actividad realmente nos lleva a comprender el viaje que estamos haciendo que es de casa en casa!